Margarita y el turismo de la tercera edad.
En el turismo, como en tantas otras actividades, el identificar correctamente un segmento de mercado y de verdad especializarse en su atención, trae muchas ventajas. Un ejemplo es Playa El Yaque en Margarita.
Con la ayuda de la naturaleza, se identificó un mercado muy especial, el windsurfing. Hoy, a los empresarios del Yaque les resulta más fácil enfrentar las actuales dificultades, que aquéllos dedicados a ese turismo genérico, algo falta de carácter que, con contadas excepciones, caracteriza el resto de la actividad turística de la Isla.
Hay pocas dudas de que todo lo que se relaciona con brindar servicios al grupo de personas mayores, de tercera edad, bien sea vía turismo, cuidado, recreación o cualquier otra modalidad, se vislumbra como una de las grandes industrias del mañana. Tal industria presenta, además, la ventaja de ser una gran generadora de trabajos.
Estoy convencido que uno de los principales retos de la sociedad actual es el asegurar a nuestros jóvenes el acceso a empleos productivos, diseñando las estrategias que permitas desarrollar las ventajas comparativas necesarias. La industria de la tercera edad nos presenta con una de las opciones más interesantes.
¿Qué podría hacer Margarita para, en nombre de Venezuela, explorar y capitalizar tal oportunidad? Creo que mucho. Margarita tiene la Gente, tiene la Isla en sí y tiene, a mi juicio, un lugar ideal, el Centro Médico Nueva Esparta (CMNE) que, como Barco Bandera, pudiera ser el gran promotor del sector.
El CMNE es un hospital con modernas e impresionantes instalaciones, ubicado en una colina en La Asunción, cerca del Castillo de Santa Rosa, que actualmente pertenece a Fogade, al cual, en un futuro bastante cercano, debe dársele una definitoria en cuanto a su destino y propiedad final.
Si a este Hospital de “SANTA ROSA” se le permitiera desarrollar, en por lo menos una parte importante de sus instalaciones, una verdadera especialización en la atención de la tercera edad, con médicos, desarrollo de postgrados, escuelas de enfermería y demás necesidades, creo que la autoridades pudieran tener un instrumento muy poderoso para atraer a la Isla inversiones, tecnología y el know how internacional requerido.
Por ejemplo, en mi caso, al tener muchas conexiones en los países nórdicos, muy bien me pudiera interesar desarrollar un pequeño resort diseñado especialmente con el turismo de tercera edad en mente - baños especiales - pocas escalinatas - áreas floridas cercanas, etc.
Pero, ni loco puedo proseguir con tales planes, sin contar con el apoyo institucional de un ente especializado. No sólo por la real necesidad de servicios que pueda requerir, sino también por su vital importancia en el mercadeo del producto. Turismo de tercera edad no es el turismo aventura y debe inspirar muchísima confianza en la calidad de los servicios.
Por cuanto es importante, que todo un sector pueda apoyar su desarrollo en un ente como el CMNE, no estoy pensando necesariamente en su venta directa a un grupo internacional. Cualquier arreglo que se desarrolle para el futuro del CNME, para que sirva, de acuerdo a las líneas aquí propuestas, probablemente debe contemplar la existencia de una Junta Reguladora, con suficiente autoridad para vigilar e intervenir en materia de tarifas y calidad de servicios.
Nada de lo aquí planteado tiene la intención, ni pretende inferir que las demás clínicas u hospitales de la isla Margarita no están en capacidad de dar igual o mejor servicio que el CNME. Es sólo que creo que, por la particularidad de sus instalaciones, pudiere tener una mayor efectividad en un programa de mercadeo institucional.
De tener aceptación la idea, se debe buscar unir esfuerzos para que, a corto plazo, usando programas crediticios de entes multilaterales, donde entiendo ya existen ciertos cupos aprobados para infraestructura turística, se logre concluir el edificio, originalmente pensado para un SPA, para poder contar así con un mayor número de habitaciones especializadas.
De igual importancia es iniciar los contactos con universidades nacionales e internacionales, que permitan generar un programa de capacitación que garantice, no sólo su alta calificación, sino también, como es lógico, su valor de mercadeo.
La actual Gobernadora, Irene Sáez, presenta, sin discusión, muchas calificaciones para lograr excelentes resultados en la vital función de actuar como Embajadora de la Isla de Margarita en el mundo. Qué lástima sería desperdiciar la oportunidad que existe, por no haberle proveído de los instrumentos necesarios para que, de verdad, pueda competir en un mercado cada día mas difícil.
Cómo me encantaría que en su próximo viaje, IRENE pueda llevarse imágenes, en un vídeo promocional, que indiquen cómo se han reunido esfuerzos para hacer del CNME el mejor centro del mundo para el cuidado de la tercera edad.
PS. Tengo entendido que hoy el CNME se llama el Hospital Tipo I "Dr. Manuel Antonio Narváez Silva”.
Traducción derivada de un artículo publicado en el Daily Journal