jueves, 10 de abril de 2003

APRENDAMOS DE FLORENCIA

Con el perdón de los florentinos, su ciudad es como el Magic Kingdom del Renacimiento. El inagotable flujo de turistas, hoteles, los precios y las colas de las atracciones, comidas, souvenirs, todo hace pensar en quién se copió el modelo de negocio de quién, entre los Médici y Disney. En mi opinión, no sólo son los gelatos de Florencia más ricos sino que además, con la posible excepción de Goofy, el David de Miguel Angel y los frescos de Fra-Angélico le ganan por mucho a Mickey, Pluto y a los demás. 

¡Qué herencia le dejaron los Médici a su ciudad! La economía florentina siempre será fácil de manejar, ya que lo único que tiene que hacer su Mac Pato es fijar los precios de las entradas. La única nubecita puede ser la cantidad de inmigrantes ingleses, venezolanos, alemanes y otros, que buscan aprovecharse de la infraestructura…¿qué hubiera opinado Machiavello sobre entrar en la Unión Europea? 

Sabemos que nuestro país, con todas sus posibilidades, aún no ha logrado dar pie con bola para desarrollar su turismo y esto jamás lo resolveremos nombrando ministros, que se dedican a contratar campañas de publicidad o a visitar a Orlando y Florencia. No propongo que unos Médici sustituyan a nuestros gobernantes, eso lo podemos discutir otro día, pero mientras tanto podríamos copiar a los expertos. 

En tal sentido, y como en Florencia hace 500 años, donde usaban el sistema de concursos para asegurar las mejores propuestas artísticas para adornar la ciudad… hagamos un Gran Concurso. 

Un Gran Concurso para elegir un Gran Equipo y un Gran Plan para el desarrollo estratégico y manejo del sector turístico para los próximos 30 años con su estimación de costos y resultados. 

Un Jurado calificado debería elegir las tres mejores propuestas y someterlas a un gran debate público, televisado. A los perdedores se les entregaría un premio importante y a los ponentes de la propuesta ganadora se les encargaría de ejecutarla por 30 años contra un importante presupuesto anual, fijo, indexado y garantizado. 

Como los concursos públicos televisados cuentan con alto rating, puede que este concurso sirva además para crear puentes novos en nuestra dividida sociedad. 

La Catedral Santa Maria del Fiore duró mas de 100 años en construirse y por mucho tiempo, su Duomo se consideraba imposible de construir. Así que amigos, no perdamos la esperanza de encontrar un ingenioso Brunelleschi criollo para nuestro Helicoide.