Un "Tuit"/Tweet: La Isla de Margarita, con abundante luz, agua y seguridad personal, sería, muy rentablemente, tanto para el bien de la industria del turismo como para la población margariteña, el secreto menos guardado del Caribe.
Soñando con turismo venezolano
sábado, 18 de marzo de 2023
miércoles, 18 de octubre de 2017
Un impuesto al turismo repartido entre todos
Si en la Isla de Margarita imponen un impuesto del 20% a toda actividad turística; y ese impuesto se reparte por igual entre todos los Margariteños, todos ellos remarían sus respectivos peñeros en la misma dirección… y cuidado el que no… le caen a palos.
jueves, 9 de febrero de 2012
¿Servir o ser servidos?
Si no tuviésemos el petróleo, imagínense las fuentes de empleo productivo que tuviésemos que tener, para importar lo que no tenemos.
E imagínense el respeto que le daríamos a quienes sepan generar esos empleos productivos, en lugar de dárselo, por necesidad, a quienes hoy se dedican al gasto improductivo.
E imagínense que con nuestros impuestos contribuyésemos a que el gobierno haga algo bueno, en lugar de que el gobierno hoy use nuestros impuestos sólo como una vulgar esponja, para recoger el exceso de liquidez que ha provocado con su abrumador gasto primario de nuestras resultas petroleras.
He estudiado, trabajado y escrito muchos artículos relacionados con el sector turismo, por lo que me encanta oír hablar de nuevo con cierto ahínco, sobre las posibilidades económicas y de empleo del sector turismo. No obstante, eso hace necesario recordarle a los venezolanos, que el gustarles como turistas que le atiendan bien, no tiene nada que ver con el gustarles y saber atender bien al turista.
Lo digo por cuanto no quiero que ni uno de los expertos turísticos del gobierno, quien sea el cacique de turno, se vaya a gastar uno solo de nuestros dólares, convenciendo al mundo del buen turismo que ofrecemos. Si nuestra oferta turística es buena, el mundo se enterará, y, si no, mejor que ni se enteren.
Lo digo, por cuanto a menos que estemos hablando de uno de esos hoteles aislados del resto del país, como los de Cuba, donde el turista requiere casi un acto de fe para creerse en Cuba, el turismo requiere del apoyo de todo el país.
Lo digo por cuanto a diferencia de las industrias encerradas en un galpón, y que básicamente pueden prosperar donde sea, si la mano de obra es capacitada y los sueldos competitivos, el turismo necesita el apoyo ilimitado de la nación. Un solo cacique, sintiéndose dueño del mundo, un solo militar engreído, un solo burócrata inepto, un solo malandro y hasta un solo ciudadano idiota, puede echar a perder millones de inversión en turismo.
Lo digo por cuanto un poblado acostumbrado a pedir como el nuestro, debe cambiar mucho para estar en posición de ofrecer y de hasta aguantarles a algunos de los turistas, algunas de sus inevitables malacrianzas.
Etiquetas:
Cuba,
resultas petroleras,
Turismo,
Venezuela
jueves, 25 de junio de 2009
Playas de Cuba
Cuando observamos una comparación entre los que no tienen nada y los que se ahogan en la abundancia, el ser humano, en su mayoría, por obra y gracias de Dios, tiende a sentirse mal ante la aparente falta de justicia… sin importarle las explicaciones, por válidas que estas sean.
Recientemente en una conferencia en Washington sobre Cuba, en este caso promocionada por quienes quieren levantar las sanciones de Estados Unidos contra Cuba, los organizadores del evento, por alguna extraña razón que no me incumbe, quizás la de demostrar las oportunidades de negocio que las empresas americanas se pierden, habían incluido entre el material informativo un lujoso folleto mediante el cual una afamada cadena hotelera española ofrecía sus 24 hoteles tipo spa todo incluido ubicados en bellas playas de Cuba.
En tal folleto, la cadena hotelera, cuidándose en salud, no incluía absolutamente nada que permitiese establecer una comparación entre lujo y pobreza en Cuba. Ilustrando todos esos exquisitos lujos comunes a ese tipo de experiencias-únicas, con la excepción de una sola foto, la de un músico añejo que en un carro igual cruzaba por el antiguo Malecón, el folleto pudiese haber descrito los hoteles en otro planeta. No obstante no pude evitar que me embargara una gran tristeza pensando en todo ese aprisionado peón cubano y que por simples ocurrencias de un Gran Hacendado autócrata nunca tuvo el chance de libremente vivir la ventana de oportunidad que le ofrecía su efímera vida aquí en la Tierra.
Leyendo el folleto muchas cosas más se me pasaron por la cabeza, de seguro varias de ellas facilitadas por mi desconocimiento de Cuba.
¿Y por qué el Gran Hacendado de nuestro país no llama al Gran Hacendado de Cuba, con quien comparte tantas ganas de entrometerse y le sugiere expropiar esos hoteles? ¿Acaso no son esas playas maravillosas recursos naturales tan valiosos como cualquier otro? Por supuesto que esos hoteles no son un Guantánamo o por lo menos sus respectivas gerencias no persiguen los mismos objetivos pero, si yo fuese un comunista pragmático, qué preferiría… ¿Que me devuelvan Guantánamo o agarrarme para mi hacienda los hoteles donde deleitan a extranjeros con langostas, guantanameras y sus cuando salí de Cuba?
¿Y por qué los Grandes Hacendados prefieren hacer negocio con los que presumen más finos, como son los europeos, en lugar de hacer negocios con sus propios peones? ¿Será por la necesidad de mantener a sus peones como sus peones que son, o será por el pavor que sienten a que sus peones aspiren ser unos hacendados como él?
Estoy seguro que ese peón cubano que hoy pega su nariz a la ventana para ver qué hacen los ricos de afuera adentro, presiente que tiene hasta menos oportunidades de progresar que los peones que trabajaban para ese otro Gran Hacendado cubano de hace unos cincuenta años. Estoy seguro que a ese peón cubano de hoy le sigue provocando rabia, de la misma de antaño, el saber que los capataces reciben más, no por capaces, sino sólo a cuenta de doblar la cabeza y hacer maestrías en el arte de endulzarle el café y limpiarle el trasero al Gran Patrón.
Igualmente me recordé de una propuesta que hice en el Banco Mundial en el sentido que las islas cuyos principales recursos naturales son playas naturales deberían tener acceso a estadísticas que les permitiese analizar por ejemplo la cantidad de horas de trabajo generadas para la población local por kilómetro lineal de playa, para así establecer unas exigencias mínimas. Claro está, ese tipo de análisis económico sólo podría interesarle a quienes quieran sembrar playas o petróleo para el desarrollo de su país y no sólo buscan usar las playas o el petróleo de su país para enraizar mejor sus propias ganas de poder; algo que los Grandes Patrones siempre niegan haciéndose los tan inocentes y echándole así sal en las tantas heridas de sus desafortunados peones.
P.S. Feo, sucio, estúpido, maleducado, amargado…. y lo que se les ocurra, es ese alienado resentido quien no acepta conversar con un compatriota que opina distinto, para así poner su grano de arena en la construcción de nuestra Venezuela, mientras qué bello, pulcro, inteligente, respetuoso, simpático… y lo que se les ocurra, es ese orgulloso venezolano que siempre busca conversar con su compatriota, no importe de qué lado del río éste se encuentre. ¡Más nada!
P.S. Envíenme más pares de adjetivos adecuados para el P.S. anterior que no sean vulgares.
jueves, 18 de septiembre de 2008
¡Que clase de souvenir!
En el 2001, en un articulo titulado Momentos Turísticos, discutiendo atractivos turísticos para Venezuela sugerí entregar a nuestros turistas como souvenir, recuerdo de viaje, una copia encuadernada de la Gaceta Oficial de 1998 que contenía el instructivo N° 1 para el Servidor Público, que, entre otros, en su artículo 19, obliga al uso de "Usted" y prohíbe familiaridades, como mi "amor".
Hoy, con la Ley Orgánica de Turismo, de julio de 2008, una de las famosas 26, podemos mejorar la oferta. Ya puedo ver a un Hans de Alemania regresar de su viaje y reunir a sus amigos para, en lugar de mostrarles los bellos paisajes venezolanos, leerles la Ley Turismo. No cabe duda que sus amigos encontrarán irresistible la posibilidad de visitar a un país capaz de producir, en pleno siglo XXI, semejante mamotreto.
Sólo imagínense lo siguiente, en alemán: "El espíritu del Decreto… como instrumento legal es propulsar la fuerza que mueve al individuo a fusionarse con otros, a los fines de lograr la unificación de los diferentes sectores de la sociedad para que como un todo y como uno solo, enrumben la economía del país… ". Por favor… ¡Tradúzcanlo y divúlguenlo!
En mi artículo también exploré la posibilidad de atraer a los del turismo aventura ofreciéndoles, al bajar del avión, un chaleco antibalas, marca Cavim. La nueva Ley que con el Art. 30 le atribuye a los Estados "Proteger la integridad física del turista o usuario turístico"; con el Art. 32 le atribuye a los municipios "Garantizar la seguridad personal y la de los bienes de los turistas o usuarios turísticos"; y con el Art. 89 le da al turista el derecho de "Gozar de la tranquilidad, intimidad y de la seguridad personal y de sus bienes" sugiere un nuevo producto para el segmento aventura… el de viajar por Venezuela, haciéndose el no turista o el no usuario turístico.
Y hablando de aventuras, el prestador de servicios turísticos también las tendrá, segurito. El Art. 88 le impone el deber de "Ejecutar acciones de corresponsabilidad y solidaridad social en su entorno directo, en coordinación y aprobación de las comunidades organizadas, consejos comunales y demás formas de participación popular".
¿No hay nada bueno? Aparte de unos ciertos incentivos fiscales; la posibilidad de tarifas preferenciales para el combustible de los aviones y las naves que traen turistas; y formalmente autorizar al Presidente que siempre actúa como autorizado para todo, para poder conceder "Exoneración del impuesto de salida a los turistas extranjeros, previa presentación de su pasaporte…" no hay mucho…digamos para el turismo.
Ahora para los rojo-rojitos sí hay dulcitos, muchos fondos y muchísimos cargos. El Art. 86 establece "El servicio de alojamiento, gastronomía y recreación que suministre los cruceros o cualquier otra embarcación… durante el arribo o desplazamiento… por cualquier cuerpo de agua en el territorio nacional será supervisado por el Ministerio del Poder Popular". Señor ministro, en agosto, en vacaciones, como inspector turístico… ¿dónde aplica un experto catador de empanadas?
El Art. 73 establece "La imagen de la República… se considera un bien colectivo protegido por la ley y nadie podrá apropiársela, perjudicarla o dañarla como consecuencia de actividades turísticas" y pregunto: ¿Se aplica esto a quien redactó la Ley?
¿Ustedes creen que se permitiría redactar leyes absurdas como la del Turismo si en lugar de entregarle nuestras resultas petroleras al cacique de turno se las entregaríamos a los ciudadanos? ¡Yo no!
Posdata. Hablando de souvenir, no se olviden la botellita con la muestra de la gasolina regalada, esa con la que reparten el 10% del PIB de Venezuela en las estaciones de gasolina. A un alemán con conciencia social, eso le impresiona más que cualquier cabeza encogida.
jueves, 4 de noviembre de 2004
Demanda imparable
El Washington Post publicó la historia de un americano enfermo del corazón, a quien le presupuestaron un costo de 200.000 dólares por operarlo en los Estados Unidos. Al no tener el dinero, se fue a la India, donde por apenas 10.000 dólares, pasaje incluido, le implantaron exitosamente una válvula y además pudo visitar el Taj Mahal. Otro ciudadano en Canadá, que debía esperar tres años para operarse la cadera, le cotizaron 23.000 dólares en los Estados Unidos, pero también se decidió por la India y todo le salió por 5.000 dólares…dice el artículo que incluso fue recibido en el aeropuerto y alojado en un cuarto privado con internet.
Simultáneamente leemos con frecuencia como se les hace cada vez más difícil a los países desarrollados cubrir los costos de sus promesas sociales, ante nada por los cambios demográficos, donde habrán más y más viejitos que cuidar… y para viejos vamos todos.
Al igual que vemos personas con iniciativa, que deciden no permanecer en un país que no les ofrece posibilidades y emigran; los enfermos y las personas mayores, que no tienen como cubrir un costo de vida demasiado alto, resultan igualmente imparables cuando de repente se les presentan alternativas. Estas diferencias en costos siempre han existido, lo único es que ahora, gracias al internet, tenemos acceso a la información al momento, desde casa y a un costo cero.
Lo anterior nos indica que habrá cambios muy importantes en la manera como se prestan los servicios personales a nivel mundial… y muchas oportunidades económicas para algunos países. No es que sugiera que el consumidor viaje por un corte de pelo, pero aún en este caso podría ser que el ahorro obtenido pueda financiarle una buena parte de su turismo.
¿Y dónde quedará Venezuela? Lamentablemente, al encontrarse tan ocupada analizando su propio ombligo y como además resulta difícil mercadear servicios en un clima de conflictividad, lo más probable es que de nuevo perderá una posibilidad para diversificarse del petróleo. Otros países ya andan buscando como explotar mejor el negocio, dando facilidades de visa y exenciones de impuestos a todo retirado mayor de 60 años y, como la competencia no perdona, ya hasta juran por ahí, que a Venezuela no se puede ir.
Enfermeras bilingües con acreditación internacional y médicos con especialización geriátrica son valiosos activos en este campo, pero como su formación toma tiempo, tendrían que empezar desde ya.
jueves, 10 de abril de 2003
Aprendamos de Florencia
Con el perdón de los florentinos, su ciudad es como el Magic Kingdom del Renacimiento. El inagotable flujo de turistas, hoteles, los precios y las colas de las atracciones, comidas, souvenirs, todo hace pensar en quién se copió el modelo de negocio de quién, entre los Médici y Disney. En mi opinión, no sólo son los gelatos de Florencia más ricos sino que además, con la posible excepción de Goofy, el David de Miguel Angel y los frescos de Fra-Angélico le ganan por mucho a Mickey, Pluto y a los demás.
¡Qué herencia le dejaron los Médici a su ciudad! La economía florentina siempre será fácil de manejar, ya que lo único que tiene que hacer su Mac Pato es fijar los precios de las entradas. La única nubecita puede ser la cantidad de inmigrantes ingleses, venezolanos, alemanes y otros, que buscan aprovecharse de la infraestructura…¿qué hubiera opinado Machiavello sobre entrar en la Unión Europea?
Sabemos que nuestro país, con todas sus posibilidades, aún no ha logrado dar pie con bola para desarrollar su turismo y esto jamás lo resolveremos nombrando ministros, que se dedican a contratar campañas de publicidad o a visitar a Orlando y Florencia. No propongo que unos Médici sustituyan a nuestros gobernantes, eso lo podemos discutir otro día, pero mientras tanto podríamos copiar a los expertos.
En tal sentido, y como en Florencia hace 500 años, donde usaban el sistema de concursos para asegurar las mejores propuestas artísticas para adornar la ciudad… hagamos un Gran Concurso.
Un Gran Concurso para elegir un Gran Equipo y un Gran Plan para el desarrollo estratégico y manejo del sector turístico para los próximos 30 años con su estimación de costos y resultados.
Un Jurado calificado debería elegir las tres mejores propuestas y someterlas a un gran debate público, televisado. A los perdedores se les entregaría un premio importante y a los ponentes de la propuesta ganadora se les encargaría de ejecutarla por 30 años contra un importante presupuesto anual, fijo, indexado y garantizado.
Como los concursos públicos televisados cuentan con alto rating, puede que este concurso sirva además para crear puentes novos en nuestra dividida sociedad.
La Catedral Santa Maria del Fiore duró mas de 100 años en construirse y por mucho tiempo, su Duomo se consideraba imposible de construir. Así que amigos, no perdamos la esperanza de encontrar un ingenioso Brunelleschi criollo para nuestro Helicoide.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)